Este es un poema que me encanto al realizarlo, y al momento que lo acabe. Por el título, la idea en general y sobre lo que esta inspirado. Cuando lo hacia, había en mi (a parte de mucha inspiración) una fuente de deseo que emanaba, de toda la naturaleza a mi alrededor(subí a mi azotea). Observe a detalle muchas cosas a través de la ilusión de ver su cara en el cielo, me percate de que no solamente ella me inspira, sino que el hecho de amar hacer algo(cualquier cosa, por más pequeña que sea) es una fuente de inspiración en mi. Así que jamás dejare de escribir. Algún día lograre mejores cosas. Mientras tanto disfruten de este poema, o llamado abecedario por mi. A Dulce Viento del Oeste que Complace a los hombres: Amor B Castidad llena de estupides, emanada de sentimientos de valor: Bravura C Entonación de Palabras, con fervor y contempladas por imaginacion: Característico D Ayuda de mi corazón, hacia las personas de las que me siento atraido: Demagogia E Persona que no sab...
Aún recuerdo la primera vez Que pasamos juntos un verano. El mundo estaba con nosotros Y nos daba todas sus virtudes. Seducidos fácilmente por el destino, Creímos que volar juntos la inmensidad Sería suficiente para atar nuestra dicha Al fulgor de nuevos horizontes. Es cierto, es cuestión de creer Para que las cosas sean posibles. Basta con tener presente aquello Y esperar para que el mundo Nos brinde su néctar divino. No dejes tus sueños Para otro día, rómpete hoy. Mañana no habrá La misma fuerza, la misma alegría. Es tan fácil quemar las alas Cuando vuelas cerca de una pasión, Consumiendo sin advertencia La voluntad, La alegría, La virtud, La vida. Tal vez fue la misma luz de aquel verano La que rompió los puentes del amor La que invadió por completo el alma Incitando a la distancia y Olvidando que la vida es un instante. Instantes hechos palabras. Escrito hace un año. Báez.
En mis tierras Plantamos juntos, Perales y guayabos, Cerezos y papayos. Día y noche Cuidábamos de ellos, Creando un paraíso De nuestras virtudes. Lo que no contaba, Es que existe un árbol Que se caracteriza por Despertar las perversiones, Nuestros más oscuros vicios, El deseo carnal desenfrenado. El arrojo y la insolencia Que experimentamos saboreando De aquel fruto tentador, Hizo a mi lealtad y entereza Un afán efímero y perecedero. La piel se fue acostumbrando A dejarse llevar por los caprichos Insaciables de abarcar más sensaciones. Desviando nuestro amor Al mundo de la insuficiencia, Con tal de sentir por un instante Un estímulo fugaz y sin sentido. Que deja huecos en el alma, Penurias y sinsabores en el cuerpo Y nostalgias reprimidas por el tiempo. Fue la manzana del deseo La que aparto la afinidad De nuestros espíritus conexos. Poema realizado el 30 de enero del 2016 para un concurso de Literatura UNAM que se publicó el 14 de febrero en su Facebook. Muy apegado al desamor. Báez.
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