Entre mis mares

Bebiste del agua dulce
Que caen de mis montañas,
Probaste los dulces frutos
Que existen en mis bosques.

Dejé que te abrieras paso
En el oleaje salvaje de mi amor.
Surcando, te metiste hasta el fondo
Y tocaste el punto máximo de la creación.

Sólo una vez abro la puerta
Entre mis mares, para que algún
Espíritu aventurero nade por mis aguas.


Eso mismo fue lo que no supe advertir,
Tu incesante búsqueda de sensaciones.
La necesidad, te llevó a dejar las maravillas
Que con privilegios doy a los mortales.
Entre mis mares, no encontraste lo que yo
Creía que jamás podría darle a la tierra.

De esta forma, pude entender
Que la marea cambia a diario.
De nosotros depende
Verla a pesar del cambio,
Tan maravillosa como al principio
O dejarla muerta sin sentido.

Entre mis mares, también pasa lo mismo.
Los peces y delfines nadan sin cesar
Sin prever que de un día para otro
Algún despiadado vendrá a robarles la magia.

Sólo viniste a nadar en mis profundidades
Llevándote las perlas de mis ostras,
Dejando muertas mis langostas
Y sin luz al brillo de mis aguas.

Ballenas y tiburones esperan aún,
Para que te aventures de nuevo
Y poder decirle adiós
A esa parte de mí que te llevaste,
Que jamás volverá a existir
Entre mis mares.





Poema escrito hace un año, que narra un poco de lo que vivía en esos días.
Surcando mis mares, alguien se fue con todo lo que en ellos poseía.
Gracias por seguir viniendo a leer un rato,
Compartan la poesía si creen que puede salvar un mundo.

Báez.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Abecedario Metáforico

La manzana del deseo