La historia jamás contada.


-Oye, disculpa. ¿Sabes dónde queda la calle "Escritores"?

-No, disculpa. Pero si gustas te llevo a la calle "Poetas". Esa la conozco muy bien, además de ser parte de ella al hacer un homenaje a tu belleza.

-¿Te sientes bien?
 
Ella sale cómo despavorida de su presencia.
Él no soporto el hecho de dejarla escapar. Y tomándola del brazo bruscamente y volteándola hacia sus ojos dijo:

-Perdón, no todos los días se ven unos ojos y una boca tan exquisita. Déjame guiarte a los "Escritores", sé perfectamente donde queda.

-Gracias por tus halagos. Y gracias por querer guiarme pero soy como una anti-poetas.

 -¿Porqué? ¿Qué hicimos nosotros?

 -Tan sólo ser románticos y dejar un emblema en cada una de sus palabras.

-Pero, ¿qué veo aquí? Eres tu una poeta, es por eso que no te caemos...

 -No lo sé. Todas sus palabras, caminos y analogías que hacen hacia una mujer son tan desbordadas que yo al tener ese conocimiento en la rítmica y el amor por las palabras lo veo cómo algo común...

–Y,  ¿qué dirías de un poeta que no escribe con una pluma, sino con sus manos? Al permitirme acariciar tus suaves manos, y tus guerreros pero delicados brazos.
 
Mientras la acariciaba le robo un beso.
Ese beso fue el comienzo de una historia jamás contada. Dónde 2 poetas. Una intolerable a los poetas y un contumaz enamorado de esa poetisa que provocaba u hechizo en él.
 
 
 
 
 
Mike.
Una noche fría y con ganas de soledad. Una soledad que sólo obtengo contigo querida E.
Saludos estimados lectores.

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