Solía

A las mujeres asesinadas y violadas

Solía pasear mucho,
Amaba recorrer las calles.
Era precioso salir a ver el cielo
En las miradas de la gente
Y que la acera fuera
Sinónimo de libertad.
Desde que se inventaron
Más banquetas para andar,
Dejé que mis pasos fueran la ruta
Para mis preguntas cotidianas
Y mis sueños matutinos.

Solía sonreírle a las miradas lastimadas,
Amaba recorrer los parques.
Nada mejor que un pequeño bosque
Testigo del caos de la ciudad
Y salvador de nuestro aire,
Tan contaminado por mentiras.
Desde que se inventaron
Más jardines en la ciudad,
Los domingos fueron uno con la familia
Y la convivencia en comunidad.
Dejaba que mis ganas
De compartir mi soledad
Fueran el único camino
Para que otros descubrieran
El maravilloso mundo
Que existe dentro de mi.

Solía ser mujer,
Amaba mi cabello.
Lo dejaba largo para que
Fuera el reflejo del día y la noche.
Desde que se inventó el tiempo
Y más relojes para la temporalidad,
Mi belleza estaba sujeta a mi edad
Y no a la pureza de mi levedad.
Dejé que la humanidad
Rompiera mi sueños y aspiraciones,
Haciendo más caso de sus ideales
En lugar de seguir respirando
Sin algún fin en particular,
Simplemente amando mi existencia.

Solía estar viva,
Amaba sentir mi corazón latir.
Dejar que mi cuerpo fuera el reflejo
De una mente llena de bien y armonía.
Desde que se inventaron
Los suicidios y las violaciones,
Toda esta hermosa utopía
Se fue rompiendo parte por parte,
Sin dejar rastro de ella
Y de paso robándome esta vida.
Dejé, sin remedio alguno,
Que morir fuera la solución
A mí lucha de creer, que a pesar
De la existencia del mal,
El bien fuera la única verdad.

Para volver a nacer
E intentar de nueva cuenta,
Recorrer las calles, sonreír,
Estar en familia, disfrutar la vida,
Sin miedo,
Sin nada,
Más que amor.

No dejemos que las muertes de nuestras mujeres dividan entre hombres y mujeres a nuestra humanidad. Detengamos la violencia y que no quede en impunidad.
Báez.