no mames miguel tu estas super klavadisimo y no ha pasado ni un mes wey nooo tu si ke estas mal ehhh pero enserio, esa es una muuuy buena rola y ps no es ke te baje de tu nube pero nada dura para siempre....
Este es un poema que me encanto al realizarlo, y al momento que lo acabe. Por el título, la idea en general y sobre lo que esta inspirado. Cuando lo hacia, había en mi (a parte de mucha inspiración) una fuente de deseo que emanaba, de toda la naturaleza a mi alrededor(subí a mi azotea). Observe a detalle muchas cosas a través de la ilusión de ver su cara en el cielo, me percate de que no solamente ella me inspira, sino que el hecho de amar hacer algo(cualquier cosa, por más pequeña que sea) es una fuente de inspiración en mi. Así que jamás dejare de escribir. Algún día lograre mejores cosas. Mientras tanto disfruten de este poema, o llamado abecedario por mi. A Dulce Viento del Oeste que Complace a los hombres: Amor B Castidad llena de estupides, emanada de sentimientos de valor: Bravura C Entonación de Palabras, con fervor y contempladas por imaginacion: Característico D Ayuda de mi corazón, hacia las personas de las que me siento atraido: Demagogia E Persona que no sab
Bebiste del agua dulce Que caen de mis montañas, Probaste los dulces frutos Que existen en mis bosques. Dejé que te abrieras paso En el oleaje salvaje de mi amor. Surcando, te metiste hasta el fondo Y tocaste el punto máximo de la creación. Sólo una vez abro la puerta Entre mis mares, para que algún Espíritu aventurero nade por mis aguas. Eso mismo fue lo que no supe advertir, Tu incesante búsqueda de sensaciones. La necesidad, te llevó a dejar las maravillas Que con privilegios doy a los mortales. Entre mis mares, no encontraste lo que yo Creía que jamás podría darle a la tierra. De esta forma, pude entender Que la marea cambia a diario. De nosotros depende Verla a pesar del cambio, Tan maravillosa como al principio O dejarla muerta sin sentido. Entre mis mares, también pasa lo mismo. Los peces y delfines nadan sin cesar Sin prever que de un día para otro Algún despiadado vendrá a robarles la magia. Sólo viniste a nadar en mis profundidades Llevándote las perlas de mis ostras, Dejando
En mis tierras Plantamos juntos, Perales y guayabos, Cerezos y papayos. Día y noche Cuidábamos de ellos, Creando un paraíso De nuestras virtudes. Lo que no contaba, Es que existe un árbol Que se caracteriza por Despertar las perversiones, Nuestros más oscuros vicios, El deseo carnal desenfrenado. El arrojo y la insolencia Que experimentamos saboreando De aquel fruto tentador, Hizo a mi lealtad y entereza Un afán efímero y perecedero. La piel se fue acostumbrando A dejarse llevar por los caprichos Insaciables de abarcar más sensaciones. Desviando nuestro amor Al mundo de la insuficiencia, Con tal de sentir por un instante Un estímulo fugaz y sin sentido. Que deja huecos en el alma, Penurias y sinsabores en el cuerpo Y nostalgias reprimidas por el tiempo. Fue la manzana del deseo La que aparto la afinidad De nuestros espíritus conexos. Poema realizado el 30 de enero del 2016 para un concurso de Literatura UNAM que se publicó el 14 de febrero en su Facebook. Muy apegado al desamor. Báez.
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